Una esquina particularmente ruidosa, llena de gente y todo tipo de transacciones.
Si uno viene caminando por Chapultepec hay que dar vuelta en Sevilla (acera poniente y dirección norte); entre puestos de ropa, tacos, pilas, pollos, se encuentra un pequeño puesto de esquites asados.
Sí, está en medio de muchas cosas y puede ser difícil verlo, pero como pistas, no está ni a media cuadra de esa esquina, si llegan a la calle Londres, deben de regresar y buscar mejor entre tanta algarabía. Puede guiarlos el olor a epazote, si uno logra aislarlo de los mil olores de esa esquina tan concurrida, se mezcla fuertemente con el olor a ciudad en movimiento.
Los prepara una chica muy amable ahí en su comal, ella pone y quita el puesto en un horario como de 2:30 a 7 de la noche; puede variar una media hora. Tiene tamaños chico y grande de vaso, aunque he de decir que el tamaño grande siempre me queda debiendo.
Tiene una mezcla de chiles con limón y sal verdaderamente exquisita. No pica mucho y les da un buen sabor. Pidan que le ponga chile, limón y sal en medio y hasta arriba, la mezcla quedará deliciosa.
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