miércoles, 26 de agosto de 2015

Un deseo


Afuera de las puertas de la universidad en la salida hacia el metro CU se ponía un puesto de esquites; era un puesto peculiar porque se ponía aproximadamente desde las 9 am hasta las 9 pm.
Yo, muchas veces, desayuné, comí, me aventé la botana de media tarde... y cené, placenteramente, ahí. Mi mezcla favorita era con limón, chile y sal; y casi siempre le ponía más chilito, pero muchas veces la mezcla de chiles que hacía la señora era tan picosa que me ponía a llorar ahí mismo. Su sazón era excelente, bastante epazote y no tan cocidos; quedaban duritos y siempre eran de grano grueso.

Con el paso del tiempo, les compré tantos esquites que me fui haciendo familiar para ellos y ellos para mí; con mis días llenos de esquites, platicamos y platicamos, compartimos ideas, nos contábamos nuestras impresiones de la vida estudiantil, del metro, del pumabus, del clima, etc... incluso le di clases de matemáticas por un tiempo a un miembro de la familia.
La señora que solía atender es parte de una gran familia comerciante,  sus hijos e hijas atienden los puestos de yoghurt junto, el de flores enfrente  y uno de libros también junto. Aveces se las ven duras, pero con calma y con  trabajo van sacando adelante a la familia entera.

Bueno, este semestre, el puesto de esquites no se ha puesto. Desde que inició el semestre no se ha puesto ni un solo día. Si ustedes suelen aventurarse por esos rumbos, sin duda ya lo han notado; es muy obvio el vacío.
Ya no pude evitarlo y pregunté.
La señora está bastante enferma. Espero que sane.

Y ......  entre sus actividades diarias, la preocupación presente y demás cosas que les han pasado, los hijos y nietos de la señora no saben si tendrán el tiempo de poder atender y encargarse del puesto de esquites. Por ahora están pensando qué hacer y tomando la mejor decisión para ellos. Les deseo tranquilidad y bonanza luego de estos tiempos difíciles.

domingo, 16 de agosto de 2015

Paso 2 del turista esquitero.

Una vez localizado el sitio, dedique un tempo para ir a inspeccionar el producto.

Caso de estudio: Parque de las Américas, Mérida.
Equipo de trabajo: mi yo y  un sujeto, bastante guapo por cierto,  que me quiere mucho y que me aguanta este tipo de experimentos pero que creo que se la pensará mejor la próxima vez.

LLegamos al parque y elegí el carrito de esquites que más gente tenía; la fila duró como unos 20 minutos y crecía y crecía todo el tiempo.
Esto es como se veía el puesto; un puesto de esquites con botes llenos no sólo de salsas y diversos chiles, sino también de: arándanos, habas enchiladas, cacahuates salados, cacahuates enchilados, cacahutes con ajo, cacahuates japoneses, mezclas de semillas saladas o dulces, chetos, fritos, gomitas, rufles, chamoy en diversas presentaciones, ............

¿Todo eso para qué?


Llamemos a esto una experiencia nueva, por no decir extraña. Pondré las imágenes acompañando mis palabras, quizá usted pueda descubrir algo de mis impresiones en las fotos.

Se piden los esquites de 15, 20 o un tamaño más grande que no recuerdo cuanto cuesta, pero bueno, me parece que sólo después de entrenarse en este tipo de experiencia uno se atreve a pedir el tamaño más grande. Nosotros pedimos dos de 20 y he de decir, que lo mejor hubiera sido de 15.








Se inicia el proceso de preparación. Te preguntan cómo los quieres, y no hay algo así como el tradicional, digamos que dejan libertad para construir un producto sui generis con materia prima variada, en la que uno de los elementos son los esquites, que se vuelven más condimento que protagonitas.

Ponen esquites, crema, mayonesa, queso, limón y una capa de la "cosa" que tú decidas (a elegir entre todo lo que enlisté arriba); luego viene nuevamente una capa de esquites, crema ,mayonesa, queso, limón y otra capa que puede ser de "algo" diferente o lo mismo.
            
Una vez que te entregan los esquites, tienes derecho a seguirlos atascando, puedes ponerles "algo" más, o mezclas de chiles, más sal, más limón, etc.... Yo, ya en este punto,  me fui con mi combinación pensando que mis esquites estaban completamente ahogados entre crema y cacahuates.

Seguramente sobra decir que el sazón, en este caso, hubiera sido una pregunta bastante ridícula.... Me pareció que era sólo granos de elote hervidos con agua, sin epazote y con muy poca sal; pero la verdad no era fácil de saber a qué saben los esquites solos con tremendo atasque encima.

Las combinaciones que pedimos fueron  "cacahuates con habaneros y una mezcla de semillas saladas" y en el otro vasito "cachuates con ajo y habas", en este segundo, todo se atascó de ajo y el sabor era muy fuerte, no recomiendo para nada usar los de ajo; aunque digamos que esta sugerencia entra como en el número 20 de sugerencias, luego de decirle que no recomiendo combinar a los esquites con un número de elementos mayor que 5, que no recomiendo usar a los esquites como terapia para calmar esos impulsos nihilistas, que no recomiendo poner cerca de estos puestos a algún comedor compulsivo, que no recomiendo introducir a un niño al mundo de los esquites con este tipo de experimento, que no recomiendo habituarse a estas mezclas de sabores porque luego hasta el habanero parecerá sin sabor, que no recomiendo poner chetos a los equites, que no recomiendo usar en la misma frase "deme vaso esquites  arándanos", que no recomiendo pedirlos con crema y mayonesa, es una cosa o la otra, etc... etc...

digamos que esto es algo así como el inicio del barroco; a mi gusto ya es demasiado, prefiero la simplicidad de un buen sazón y los acompañamientos tradicionales.

lunes, 3 de agosto de 2015

Paso 1 del turista esquitero.

Cuando vaya a una ciudad nueva tome un tour turístico de esos que le explicarán algo de la historia del lugar encima de un gran camión con mucha gente y muchas cámaras. Trate de tomar un tour de media tarde - noche. Vea atentamente la ciudad y busque puestos sospechosos; casi siempre tienen un fogón con olla de peltre o elotes a la vista o en el mejor de los casos, un gran letrero que dice "Esquites". Cuando ubique alguno de estos puestos sospechosos, anote las calles o  pregunte al guía la ubicación exacta en ese momento.

Por supuesto que debe oír la explicación del guía y atender las demás cosas del tour que también son importantes, pero no olvide su objetivo y concéntrese en lograrlo. Si terminado el tour usted no tiene un puesto que inspeccionar, entonces pregunte al guía sobre sus recomendaciones al respecto.  Si por parte del guía no hay recomendaciones al respecto, pregunte a la gente en las calles. Recuerde que aveces los esquites son llamados "elote en vasito" o "elote desgranado".   Si no hay señales de esquites en esa ciudad, cambie de ciudad y vuelva a realizar completo el paso 1. 

Caso de estudio: Mi tour se llamaba Carnavalito y los puestos sospechosos se encontraron en el Parque de las Américas.






continuará...

domingo, 2 de agosto de 2015

Esquites guatos.

No sé siquiera si llamarlos esquites. No tienen ni tequesquite, ni epazote y de hecho, no les llaman esquites, los llaman elote desgranado o elote en vasito.

Y efectivamente, sólo son elotes hervidos y desgranados, no tienen un sazón tan sofisticado. Los puestos de estos elotes en Guadalajara  venden chayotes, papa, zanahoria, ... son pequeños carritos que desbordan de verduras.  Hacer una parada en estos carritos es hacerse de una comida muy sana.



Cuando pido los elotes desgranados siempre me preguntan ¿con crema y queso o con limón, sal y chile? 
Y yo siempre, como buena atascada de los esquites, contesto "con todo" y pienso "¿¿crema??".

Bueno, en gustos se rompen géneros; siempre me parece peculiar que acá en la perla tapatía la mayonesa sea reemplazada por crema en elotes, sandwiches y demás,  que la torta sólo sea ahogada y que haya que pedir lonches para disfrutar una buena torta como les decimos acá en el centro del país, que los "bolillos" sean  bastante duritos y que la col sea el repollo.



Así se veían los "esquites". El chile que les ponen casi nunca es en polvo, es  una mezcla líquida de chiles con limón y se lo ponen a cucharadas. La sal, que casi siempre es puesta al final de la preparación, es sal de grano.
No hay ninguna ubicación particular que recomiende por el sazón, esos puestos son muy comunes al menos en toda la zona centro y no varía la forma de prepararlos. Por el tamaño sí recomiendo unos,  recuerdo unos que comí por el mercado Alcalde hace un par de años y  eran el doble de tamaño de todos los otros.